17.1.08

Perú recurre a la Haya y otras “vainas”

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Uno sabe cómo empiezan las cosas, pero no como terminan.
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Ayer comenzó algo: Perú recurrió al tribunal de la Haya para resolver la delimitación marítima con Chile, de la cual no conozco detalles. De hecho no son esos detalles lo que me lleva a escribir, me motiva más bien la actitud que tomaremos individualmente – y a la larga como país – de ahora en adelante.
Creo partimos bien. Oposición y gobierno con una misma postura; “estamos juntos en esto”. Unidad. Eso es bueno.
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El siguiente paso es lograr que esta unidad sea positiva, sea un aporte.
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Nosotros no vamos a defender la postura de Chile, nosotros no damos los argumentos al tribunal ni a quienes nos representan. Somos espectadores.
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Me da susto las consecuencias pueda traer a los peruanos (legales o no) que están en Chile.
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Historia es historia. Somos parte de ella queramos o no. Hace unos años se creó un acuerdo (o no) limítrofe que a Perú no le satisface (una descripción propia y desde la ignorancia de la situación).
Hoy debemos hacer historia respecto a lo que suceda en este ámbito.
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Situación 1:
Se acoge la demanda de Perú. Le conceden a ellos la cantidad de millas que reclaman.
Cuál sería la reacción de políticos, empresarios, estudiantes…y no me refiero solamente de los chilenos.
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Situación 2:
No se acoge la demanda de Perú. Es decir, mantenemos la situación actual.
Misma inquietud: Cuál sería la reacción de políticos, empresarios, estudiantes…y no me refiero solamente de los chilenos.
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Situación 3:
“Algo para todas las partes”
Cuál sería la reacción de políticos, empresarios, estudiantes…y no me refiero solamente de los chilenos.
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No podemos decidir por el tribunal del a Haya, no podemos decidir por Perú, Chile. Por nadie…nadie que no sea uno mismo.
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Alegría, burla, envidia, rabia, felicidad, compañerismo, discriminación, aceptación…elija usted el adjetivo que desee…¿cuál será su reacción? (Tenemos años a la espera de una resolución...)
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Ayer, otra cosa sucedió.
La presidenta, recibió el Manual de Probidad y Transparencia.
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“No existía un manual que fuera capaz de resolver todas las dudas que razonablemente tienen los funcionarios públicos en el ejercicio de su cargo", aseguró Rafael Blanco, secretario ejecutivo de la Agenda de Probidad y Transparencia del Gobierno.
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Independiente del detalle de dicho manual, el hecho me provoca dos sensaciones contradictorias:
La primera, en que pienso es una lástima sea necesario este manual. Sería el mundo ideal no tener que contar con estos “códigos de ética”.
La segunda es más positiva. Bien que se cree esto. Va a aunar criterios, transparentar las cosas…

Me quedo con la segunda.
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Mejor no sigo.
Dejo este relato que me gustó:
Las diferencias (Jaime Lopera Gutiérrez, Marta Inés Bernal Trujillo; “La culpa es de la vaca”, Edición especial, Colombia, 2006)

Los deseos primarios de toda persona son progresar y ser feliz; muchos piensan que una forma efectiva de lograr esos anhelos es la riqueza.

Así como hay personas pobres y ricas, hay países con iguales características. La diferencia entre unos y otros no está en el tiempo durante el cual han sido habitados; así lo demuestran casos como los de India y Egipto, que albergaron grandes civilizaciones hace miles de años y hoy en día son pobres. En cambio Australia y Nueva Zelanda, que hace poco más de ciento cincuenta años eran territorios casi deshabitados y desconocidos, son ahora países desarrollados y ricos.

La diferencia entre los países pobres y ricos tampoco está en los recursos naturales con que cuentan. Japón, por ejemplo, tiene un territorio muy pequeño, del cual el ochenta por ciento es montañoso, no apto para la agricultura ni la ganadería; sin embargo, es una potencia económica mundial que, a manera de inmensa fábrica flotante, recibe materias primas y las exporta, transformadas, a buena parte del planeta, obteniendo con ello riqueza. Suiza no tiene océano, pero cuanta con una de las flotas navieras más grandes del mundo; no tiene cacao, pero fabrica el mejor chocolate; en sus pocos kilómetros cuadrados se pastorea y cultiva sólo cuatro meses al año, ya que en los demás, las condiciones climáticas no son favorables, pero produce los mejores lácteos de toda Europa. Al igual que Japón, un país sin recursos naturales que exporta bienes y servicios de excelente calidad, Suiza es un país pequeño cuya imagen de seguridad, orden y trabajo lo ha convertido en la gran caja fuerte del mundo.

Tampoco la inteligencia de las personas marca una diferencia, como lo demuestran muchos estudiantes de países pobres que emigran a los países ricos, logrando resultados excelentes. Otro ejemplo son los ejecutivos de países ricos que visitan las fábricas de los países pobres, y al hablar con ellos nos damos cuenta de que no hay diferencia intelectual.

Finalmente, tampoco la raza marca la diferencia: tengamos presente que en los países centroeuropeos o nórdicos, los llamados “vagos del sur” demuestran ser una fuerza productiva; no así en sus propios países, donde nunca supieron someterse a las reglas básicas que hacen grande a una nación. Lo que hace la diferencia, entonces, es la actitud de las personas.

Al estudiar la conducta de los individuos en los países ricos se descubre que la mayor parte de la población sigue estas reglas, no importa el orden en que se discuta:
  • La moral como principio básico.
  • El orden y la limpieza.
  • La honradez.
  • La puntualidad.
  • La responsabilidad.
  • El deseo de superación.
  • El respeto a la ley y los reglamentos.
  • El respeto al derecho de los demás.
  • El amor por el trabajo.
  • El afán de ahorro e inversión.

¿Necesitamos más leyes? No, sería suficiente cumplir y hacer cumplir estas simples reglas. En nuestros países latinoamericanos, y en el resto de los países pobres, sólo una mínima parte de la población las sigue en su vida diaria.

No somos pobres porque nos falten riquezas naturales o porque la naturaleza haya sido cruel con nosotros: simplemente carecemos del carácter para cumplir estas premisas básicas y elementales del funcionamiento social.

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6 comentarios:

Jaime Ceresa® dijo...

Manual de probidad y tranparencia????
O sea, en Chile existen Códigos, leyes que establecen sanciones ante delitos que son determinados por el bien común, en ninguna parte sale que robar y matar es delito, eso lo establece el bien común.

Que exista este manual, es una consecuencia del relativismo moral que hemos aceptado, ahora hay que delimitar lo que es probo y transparente...y que pasará con las cosas que naturalmente se les pasó a los que redactaron el manual..¿Serán excusa el día de mañana para justificar hechos objetables?
Horror.-

Cuídate.-

Lilith dijo...

aps
no sabia eso que recibio la presidenta
estoy atenta con el tema
pero un analista dijo que Chile iba aperder cosas igual
independiente de la decisión de la demanda

esu!


saludos
mil besos*

Matilde dijo...

Siento que estallo.
Tengo muchas propuestas, algunas quejas para tu escrito y por supuesto me sumo a las reglas mínimas que propones

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tu sabes de antemano que la cultura llega a pocos lugares, el pensamiento afloja por si solo en ciertas mentes y la vida carece de goce en muchos seres...

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realmente no sé por dónde empezar

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necesitamos una conversación mas extensa
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me quedo con las ideas

un beso grandote

boris dijo...

hola, el manual es un gran avance, lo importante es que se practique en todas las reparticiones, ojalá que los puntos que tu señalas sea una realidad, pronto
saludos

Enzo Antonio dijo...

Interesante de pe a pa.
Creo que despues de muchos dimes y diretes, La Haya zanjará salomónicamente la cuestión, osea ganará Perú y perderá Chile.

Manual de probidad, deberán estudiarlo bastante algunos funcionarios públicos que no tienen idea de eso.

Y con respecto a lo que tocas la actitud que adopta la población es fundamental en la diferencia entre desarrollados y subdesarrollados.

Besos amiga.

Anónimo dijo...

Interesante blog.

Los que quieren leer mas sobre Peru-Chile, aca hay una revista con mucho que ver:

http://www.connuestroperu.com/