24.8.07

... de vacaciones...

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... nos vemos en 1 mes ...

14.8.07

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Así de simple, y así de complejo.

No puedo dejar de opinar, me es casi imposible. Claro que podría, pero no quiero. Es como que necesitara sacar todas estas ideas de mi cabeza.

La semana pasada llegó – como siempre –
The Clinic a mi casa. Como es costumbre, comencé a leerlo. No me imaginé lo que iba a encontrar. Uno de los reportajes centrales, cuyo nombre no recuerdo, relata la experiencia de conscriptos, que en el año 1973 tenían aproximadamente 18 años y “les tocó” ser parte del Golpe de Estado. Digo “les tocó” porque si bien no justifico ni justificaré jamás los horrores cometidos, comentan que ellos se enteraron casi en el momento de lo que estaba sucediendo. Una vez que los tenían en filas, con las armas cargadas y listos para salir les dan la opción (dudo que haya opciones bajo ese tipo de mando) de no estar de acuerdo con lo que se iba a hacer. ¿Qué opción tenían? A priori, y sin estar jamás en dicha situación, creo me negaría, pero es difícil decirlo sin vivirlo, y sobretodo desde mi escritorio, más de 30 años después.

En fin, no me quiero desviar del tema. (siempre me desvío del tema, es que mi cabeza anda a millones de revoluciones por segundo)

A lo que quiero llegar es a las atrocidades que leí…las instrucciones eran dar dos disparos ante cualquier desconocido, el primero al cuerpo, y el segundo al aire, así no se sabía cuál fue primero. Las instrucciones eran violar a NN, todas las noches, todos los soldados. Todo era una locura, todo era desenfreno. Me cuesta creer, más bien me cuesta sentir y aceptar que todas esas cosas sucedieron, acá, en mi país (si, puede que suene chovinista, pero es mi querido país) y hace tan poco tiempo.

Me cuesta creer que haya gente que aún lo justifique. NADA, absolutamente NADA justifica las atrocidades cometidas. NADA, NADA…sigo sorprendida por lo que leí.

Y bueno, para continuar con mi shock, anoche se me ocurre ver Informe Especial (
TVN), con una reportaje de un centro de tortura recientemente investigado. Honestamente no pude seguir viéndolo, era demasiado impactante los relatos.

No quiero seguir dando vueltas en el tema por ahora. Si, recordar que NADA justifica los errores cometidos, NADA. Siento que es muy complicado que este país se desarrolle y se una mientras existan rencores al respecto de lo que ocurrió el ´73. No me imagino lo que debe ser perder un familiar por razones políticas y más aún no saber dónde está. O peor, saber que fue torturado…torturado!!! Esa palabra no debería ni existir!!!!

¿cómo perdonar?, ¿cómo dar vuelta la página? Creo que requiere de una humildad, capacidad de perdón, muy difícil de tener o desarrollar. Pero no veo (lo que no quiere decir que no exista) otras maneras de surgir. Siento que si no damos un paso adelante, si no aprendemos de los errores nunca vamos a surgir como país, pero no deja de contradecirse esta idea con el hecho que como madre, hija o amiga de un detenido desaparecido puedas seguir adelante sin sentir esa pena, dolor, angustia.

Creo que podría estar eternamente escribiendo sin llegar a una solución o conclusión. Me calma un poco la ansiedad el escribirlo, pero aún me duele y se me revuelve mi estómago con lo que leí y lo que vi. No puedo sacarme esas imágenes de la cabeza, no dejo de pensar que hay gente que aún justifique lo acontecido…estoy en shock.

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3.8.07

Derechos de los niños

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Se viene el día del niño, y creo importante recordar sus derechos:
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Comprometerse a no discriminarlos por su religión, sexo, origen social, cultura o por sus capacidades, porque todos los niños nacen libres e iguales en dignidad y derechos.
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Lograr que toda la sociedad y sus autoridades políticas cumplan con sus obligaciones y respeten todos sus derechos.
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Lograr que accedan a las mejores prestaciones de salud y condiciones de vida desde su nacimiento, a las vacunas y controles que les corresponden, y a una alimentación de calidad.
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Prevenir que sean víctimas del SIDA y sus devastadoras consecuencias.
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Terminar con el maltrato, el trabajo infantil y cualquier otra forma de explotación.
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Comprometerse a escucharlos y promover que participen en sus propios asuntos y en los asuntos de su familia, escuela, ciudad y país.
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Lograr que todos asistan a la escuela, al colegio o el liceo. Ellos tienen derecho a terminar sus años de estudio. aprender y desarrollar al máximo sus capacidades, en un entorno de respeto y sana convivencia.
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Impedir que participen en guerras, conflictos armados, luchas internas y actos violentos. Y que reciban protección especial en las guerras.
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Hacer los mejores esfuerzos para que dejen de vivir en ambientes contaminados, poniendo en riesgo su salud y la de sus familias. Autoridades y toda la sociedad, debemos comprometernos a cuidar la tierra para nuestros niños.
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Luchar para que no sean pobres. La pobreza infantil destruye cualquier futuro posible y es deber de los gobernantes y de toda la sociedad invertir en la infancia.
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Fuente: UNICEF