14.8.07

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Así de simple, y así de complejo.

No puedo dejar de opinar, me es casi imposible. Claro que podría, pero no quiero. Es como que necesitara sacar todas estas ideas de mi cabeza.

La semana pasada llegó – como siempre –
The Clinic a mi casa. Como es costumbre, comencé a leerlo. No me imaginé lo que iba a encontrar. Uno de los reportajes centrales, cuyo nombre no recuerdo, relata la experiencia de conscriptos, que en el año 1973 tenían aproximadamente 18 años y “les tocó” ser parte del Golpe de Estado. Digo “les tocó” porque si bien no justifico ni justificaré jamás los horrores cometidos, comentan que ellos se enteraron casi en el momento de lo que estaba sucediendo. Una vez que los tenían en filas, con las armas cargadas y listos para salir les dan la opción (dudo que haya opciones bajo ese tipo de mando) de no estar de acuerdo con lo que se iba a hacer. ¿Qué opción tenían? A priori, y sin estar jamás en dicha situación, creo me negaría, pero es difícil decirlo sin vivirlo, y sobretodo desde mi escritorio, más de 30 años después.

En fin, no me quiero desviar del tema. (siempre me desvío del tema, es que mi cabeza anda a millones de revoluciones por segundo)

A lo que quiero llegar es a las atrocidades que leí…las instrucciones eran dar dos disparos ante cualquier desconocido, el primero al cuerpo, y el segundo al aire, así no se sabía cuál fue primero. Las instrucciones eran violar a NN, todas las noches, todos los soldados. Todo era una locura, todo era desenfreno. Me cuesta creer, más bien me cuesta sentir y aceptar que todas esas cosas sucedieron, acá, en mi país (si, puede que suene chovinista, pero es mi querido país) y hace tan poco tiempo.

Me cuesta creer que haya gente que aún lo justifique. NADA, absolutamente NADA justifica las atrocidades cometidas. NADA, NADA…sigo sorprendida por lo que leí.

Y bueno, para continuar con mi shock, anoche se me ocurre ver Informe Especial (
TVN), con una reportaje de un centro de tortura recientemente investigado. Honestamente no pude seguir viéndolo, era demasiado impactante los relatos.

No quiero seguir dando vueltas en el tema por ahora. Si, recordar que NADA justifica los errores cometidos, NADA. Siento que es muy complicado que este país se desarrolle y se una mientras existan rencores al respecto de lo que ocurrió el ´73. No me imagino lo que debe ser perder un familiar por razones políticas y más aún no saber dónde está. O peor, saber que fue torturado…torturado!!! Esa palabra no debería ni existir!!!!

¿cómo perdonar?, ¿cómo dar vuelta la página? Creo que requiere de una humildad, capacidad de perdón, muy difícil de tener o desarrollar. Pero no veo (lo que no quiere decir que no exista) otras maneras de surgir. Siento que si no damos un paso adelante, si no aprendemos de los errores nunca vamos a surgir como país, pero no deja de contradecirse esta idea con el hecho que como madre, hija o amiga de un detenido desaparecido puedas seguir adelante sin sentir esa pena, dolor, angustia.

Creo que podría estar eternamente escribiendo sin llegar a una solución o conclusión. Me calma un poco la ansiedad el escribirlo, pero aún me duele y se me revuelve mi estómago con lo que leí y lo que vi. No puedo sacarme esas imágenes de la cabeza, no dejo de pensar que hay gente que aún justifique lo acontecido…estoy en shock.

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9 comentarios:

Angeles dijo...

Comparto tu shock, comparto y siento tus palabras...

Mi abrazo.

= / enzo / = dijo...

Eso que relatas de los milicos fue el comienzo de una pesadilla que se prolongó durante 17 años.
Cuando uno va leyendo y se informa de muchas cosas que sucedieron en esos aciagos áños, parece mentira tanta crueldad. Todo absolutamente injustificable ni aún que me digan que estaban defendiendo la patria....
No hay perdón si no hay justicia. No se trata de revanchas ni nada, solo la justicia puede reparar el daño inmenso a todas esas familias que aún lloran a un ser que desapareció, que fue torturado o asesinado.
A través de mi blog he denunciado varias atrocidades ocurridas durante la dictadura y lo seguiré haciendo.
Cariños y un abrazo.

k@ritito dijo...

terrible historia...
ojalá algun día sea solo eso
porque el odio carcome naciones completas y las destruye

saludos
me encanta tu blog
y hace siglos que no pasaba

Anónimo dijo...

Para empezar decir que comparto contigo la naturaleza intrínsecamente opinante, no puedo y no quiero dejar de decir lo que pienso a cada rato, para mí la discusión es un placer.
Respecto al TEMA, es increíble el odio que sintió ese pobre ser humano, tan grande que lo impulsó a destruir al país y con ello a miles de seres humano, torturar a otros y desaparecer a otros más de los cuales todavía no se tiene información concreta, por que incluso a un muerto se le guardan lealtades, un asesino merece más respeto que las familias angustiadas desesperadas, que practicamente han vivido llevando esta cruz, comparto absolutamente contigo nada lo justifica, aunque las clases acomodadas quieran equilibrar con un buen desarrollo económico en su gobierno, dólares no compran vidas, menos aún dólares mal conseguidos. abrazos gata buen post.

org@smo dijo...

Envidio que llegue el de clinic a mi casa... envidio leerlo sobre mi precaria estancia... estoy bien pero en solitaria vagancia...

un beso y mil más... fue un placer leerte como siempre.

MaríaGabriela dijo...

shhhh!!!
El silencio fue el aliado número uno de los vejámenes cometidos en Dictadura, no sólo en esta.
Ignorancia, también...

Saludos

Gonzalo Villar Bordones dijo...

lo increíble es que sean millones los que justifican esas atrocidades.

V dijo...

Mi querida gata,si...tanto tiempo,me pasó lo mismo que a ti: colapsé. Ojalá el día tuviese más horas.
Comparto absolutamente la injustificación ante los hechos cometidos en esa época,sin embargo como bien dices,sin perdón no se puede seguir. Es necesario(aunque extremadamente díficil) mirar hacia adelante y dejar elk pasado atras...Un abrazo

Unknown dijo...

Hola Gata, Gracias por compartir conmigo tus recuerdos, deje algo para ti en mi blog... un abrazo Miauuuuuu :)